jueves, febrero 14, 2008

EXTERIORES (Confesiones de un dragón)

Si el silencio y el espacio hubieran conspirado a mi favor cuando el viento y la tierra llevaban mis pasos hacia su cabellera tal vez hoy, solo tal vez, hoy mis alas estarían completas y mis escamas brillarían cual plata nueva.

Pero quien dijo que el universo conspira a tu favor cuando algo realmente debe ser, no estaba tan equivocado, las alas empiezan a crecer (ahora tarde) empiezan a crecer inseguras de lo seguro que nos da la nada de lo cómodo y llenas de dudas de lo dudoso que es buscar tus sueños fuera de su tiempo.

De las estrellas prometo cada noche bajar a cuidar sus sueños a través de la ventana que nunca ve la luna pero sueña con tocarla, me enrosco por completo a lo ancho y largo de su cubil aún inseguro, aún apesadumbrado y murmullo una canción de cuna que nunca existió pero logra su cometido.

Los sonidos más violentos, los sonidos que solo retumban en tiempos de guerra suenan a canciones de amor cuando me pierdo a lo largo de esos verdes murales que cubren mi cuerpo con alas de ángel, haciéndome recuerdo que el pasado no pesa tanto como el afán de que te pese sobre la espalda.

Respirar emborracharse morir y aún así seguir viviendo… donde escuche eso?? Como es que hoy hace eco en mi cabeza como si no existiera la diferencia que tanto se proclama reina del jardín que llenan esas flores felices y felices son mis infelices latidos que laten inequívocos de estar vivos.