Sueño Nº3 (Pesadillas)
Todo aderezado con trozos de infinitos tamaños de las incontables cosas que uno se pueda imaginar, spaghetti, zanahoria, cebollas (las blancas y las rojas), carnes de todos los animales y de todos los días, pasiones sin pasión y miradas perdidas. Intentar nadar de nada sirve, todo se mueve al ritmo de los brazos, las verduras y los tubérculos, las cosas completas y también los retazos, ver como de los brazos cuelga en forma de cortina mal oliente la gelatina que por ahora no desaparece… No!!!!!
Todo era un mal sueño, ahora si, por fin despertar.
Despertar sentándose a un lado de la cama, para secarse el sudor frío provocado por esa vomitiva experiencia, exactamente diría yo, vomitada experiencia, requisar el cuarto y cada esquina para estar seguro del lugar. Ver firmemente al muro para descubrir luces color migraña, vaya premio a un mal dormir, pero estas luces cobran vida se bambolean en el aire mutando de forma mezquina y lenta, torturando el cerebro y a la noche prometida. Ahora solo se ve un tren de luces, un as de calidoscopio… No, no, ni calidoscopio ni tren es una inmensa víbora una de esas que no envenena.
Ataca sin descanso, sin espera, se abalanza cual espanto y enreda el cuerpo entero dentro de un abrazo que adormece, un apretón que inmuta. Tumba a su victima a la cama y amenaza con matarla si ésta intenta escapar… No!!!!!
Todo era un mal sueño, ahora si, por fin despertar.
Despertar e intentar moverse, pero algo ocupa mucho campo en la cama, voltear lentamente, con la respiración entrecortada, con miedo de madrugada. No puede girar por completo cuando se oye un estruendo, un rugir fiero y penetrante… No!!!!!
Todo era un mal sueño, ahora si, por fin despertar.
Despertar en el cuarto de siempre, en la postura de siempre, en la soledad de siempre, revisando la cama, cada lado, cada arruga del edredón y solo por si acaso, lo levanta para ver por debajo, resultado: nada.
Con calma acomoda el edredón nuevamente, de la nada, al frente aparece un par de ojos hermosos, grandes color miel o eso parece y la cama se hunde, pero solo la cama. Despertar para darse cuenta de que flota en un mar, no, no ese asquiento primer mar, este es un mar de ojos, donde se pierden el primer par, entre miles de ojos grandes y pequeños, ojos humanos y de animales, de gatos de lobos, con dos, tres colores y sin color alguno, algunos se revientan entre los dedos de los pies y de las manos en esos intentos vanos de llegar hasta la isla que retoza a lo lejos, muy lejos, de frente… No!!!!!
Todo era un mal sueño, ahora si, por fin despertar.
Despertar, despertar, por fin despertar… No!!!!! Recién son las tres de la mañana????